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Casa Andaluza.
Andalucía es una de las regiones más cálidas de toda Europa. Su clima, mediterráneo templado, se manifiesta converanos secos y calurosos e inviernos de temperaturas suaves, con precipitaciones irregulares. Si hay un rasgo característico del ambiente andaluz, es la luminosidad, resultado del gran número de horas de sol, que marcan el carácter alegre y hospitalario de los andaluces.

La diversidad, extensión y riqueza ecológica de los territorios andaluces reúne las cumbres más altas de la Península Ibérica en Sierra Nevada, extensos humedales, espesos y umbríos bosques, desiertos volcánicos y tramos de costa sin apenas traza humana.


Andalucía cuenta con una vasta red de Espacios Naturales, que suponen aproximadamente el 18% de su territorio, caracterizados como Parajes, Parques o Reservas, lo que la coloca a la cabeza de las comunidades españolas en la defensa de su patrimonio medioambiental.

La mayoría de esta superficie la ocupan los Parques Naturales, a los que hay que añadir el emblemático Parque Nacional de Doñana, declarado por la UNESCO "Reserva de la Biosfera". Los Parques Naturales corresponden a espacios montañosos y boscosos, y áreas litorales, como el Cabo de Gata almeriense.




En los Parques Naturales de Grazalema y Sierra de las Nieves y Sierra Bermeja- hay bosques de pinsapos únicos en todo el mundo. Las llamadas Reservas Naturales son en su mayoría enclaves húmedos, de menor extensión que los parques, pero de enorme importancia para la flora y la fauna, especialmente las aves.

Otros ámbitos protegidos menos extensos, pero de importancia singular son los parajes naturales, cuya interesante variedad nos traslada desde las fabulosas formaciones de roca kárstica del Torcal de Antequera, hasta Tabernas, en Almería, el único desierto en el continente europeo. 

Las costas constituyen el otro medio natural andaluz con personalidad propia, que se extienden a lo largo de más de ochocientos kilómetros con numerosos tramos de playas.

Desde la Costa de Almería, la Costa Tropical granadina, la Costa del Sol en Málaga o la Costa de la Luz de Cádiz y Huelva, han visto potenciados sus valores medioambientales, que unidos a la calidad y calidez de sus aguas y al sol omnipresente, han hecho de ellas una de los destinos turísticos preferidos por viajeros de todo el mundo.